El joven Rimbaud
ahogó sus gritos
en la habitación del Hotel
Y sus versos volaron
por aquella ventana
para los rebeldes del mundo
El joven Rimbaud
enamoró las flores
y las putas.
En suspiros se unieron
voces de mujer universal.
El joven Rimbaud
tripió al hombre,
lo mancilló
Y su era está aquí
presente
entre castaños y mangos.
El joven Rimbaud
miró sus venas pasteles
el Sena iluminado
de fuegos artificiales
no durmió jamás
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