jueves, 25 de abril de 2013

Granada poeta



Es la hora del acierto
Granada metida en la piel
En parábolas lejanas
Granada paladín de enmiendas
Su olor de azucena
En garganta magenta
Subo y bajo aceras
Transporte calcado por la historia
Mis ojos se pierden en la sierra
La nieve y sus recursos solariegos
Me place el silbido de esquinas
Colores del sol naciente en escaleras de horizontes
El sonido de las veras cruzadas por calles empinadas que absorben la poesía en las ventanas
Farolillos de novios divertidos
Moros-cristianos abanican sus entradas
Sigo sin pestañear
Solo siento su cálido murmullo
Voces poetas de tierra agradecida
Colmando la sed del andante
Colmando tiestos de arcoiris
Asomados a los balcones de arabescos multicolor
Repletos de cascadas en aromas acrobáticos .