Hay que
abrir los balcones
Ventilar los
cielos de nubarrones
Hay que
levantar las obscenidades de las puertas cerradas
al paisaje de primavera
Limpiar los
cajones mohosos
Quitar el
olor nauseabundo del pasado
Agua, agua y
agua
Limpiar pisos
lavar alfombras
encender inciensos y aromas
Llenar los
bolsillos de almizcle
La mente de
sándalo
La palabra
de lirios blancos
que adornen
los bordes de todos los labios del mundo
Que la
palabra florezca en las esquinas, impregne de olores las plazas, alegre los
barrios de la tierra.
Millones, millones todos...
Todos
los niños merendando flores, frutos secos de la tierra sembrada,
del suelo bendito de hombres sonrientes que mueren saciados de amor.
del suelo bendito de hombres sonrientes que mueren saciados de amor.