miércoles, 6 de junio de 2012

siempre caminos

Delika, camino del Nervión

Tierra poderosa que me infundes, me colmas el espíritu de amor, me adormeces en tus brazos inmensos llenos de gloria bendita, de besos oceánicos que me transportan a la voluntad divina de vivir entre los astros, entre tus manos, entre tu pecho robusto que sana todas las pérdidas y colma los encuentros de transparencia absoluta. Seguir, seguir, en tu tierra firme, movediza, cambiante, transmutadora de pieles, de troncos, de aires, de juncos, de vueltas, de vuelos perennes que facilitan el paso, que facilitan el encuentro con mi ser, con mi espíritu alado. El tránsito por estos rincones, esquinas, mesetas y botxos.