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| valle de trápaga | 
El amanecer acontece entre sinfonías de pájaros
silencios
escondidos  
ramajes de la ventana  
asoma
el placer de tenerte enfrente
disuelto
por la cálida bruma que acompaña la fina lluvia 
despertar
al mastranto
a los olores de la piel saladita 
a
los sabores de un día cualquiera 
una
mañana cualquiera, de una década cualquiera 
sin
fronteras, sin residuos, 
sin
obstáculos sin telas que cubran el espacio
solo
piel, solo suspiros, solo quietud 
adormece la mente en el cuerpo de la tarde 
caminos
sudados 
empinados
con fuerza impensable 
acunan
las bajadas del tiempo en miradas trasnochadas de momentos
planicies,
miradores de paz, nueces, naranjas, 
conchas
secas y frescas al sol benévolo 
acompaña
en ruta de cielos limpios.
 
