| Bosque de Hayas - Urbasa, Navarra | 
El
suspiro del tallo
de
la planta aromática que impregna 
el
paisaje del misterio 
absorbe
el devenir de todos los que te encuentras 
Esos
que cuentan historias a través de la risa, el monte, las fragancias, los
pájaros, los rincones, los puertos, el sonido y más
Seguimos
adheridos al plasma cromático que nuestros ojos captan en segundos gloriosos
Seguimos
adheridos a escuchar el cuento del hermano lejano-cercano que  muestra
caminos, nos señala sus sueños
En
el tiempo sin tiempo, en los estrechos, en los parajes sin rumbo,  con pantalla, con recepción, seguimos
adheridos al amor de la pacha mama, de los hijos entrañables que la habitan,
que la aman 
Esos
que plasman el encuentro 
del
barro en las botas 
Esos
que pisan la yerba mojada con reverencia 
con
respeto.
Entusiasmo
del paso, del respiro, del instante tatuado en el espíritu del caminante,
emigrante, emisario del universo, mensajero sin fronteras, hijo de  tierra
sagrada.
 
 
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