martes, 29 de mayo de 2012

Tallo

Bosque de Hayas - Urbasa, Navarra



El suspiro del tallo
de la planta aromática que impregna
el paisaje del misterio
absorbe el devenir de todos los que te encuentras
Esos que cuentan historias a través de la risa, el monte, las fragancias, los pájaros, los rincones, los puertos, el sonido y más
Seguimos adheridos al plasma cromático que nuestros ojos captan en segundos gloriosos
Seguimos adheridos a escuchar el cuento del hermano lejano-cercano que  muestra caminos, nos señala sus sueños
En el tiempo sin tiempo, en los estrechos, en los parajes sin rumbo,  con pantalla, con recepción, seguimos adheridos al amor de la pacha mama, de los hijos entrañables que la habitan, que la aman
Esos que plasman el encuentro
del barro en las botas
Esos que pisan la yerba mojada con reverencia
con respeto.
Entusiasmo del paso, del respiro, del instante tatuado en el espíritu del caminante, emigrante, emisario del universo, mensajero sin fronteras, hijo de  tierra sagrada.